Una estrella redundante se derrite
Al unísono de un canto de lechuza
Y el frío de estacas en las ramas
Al estrépito del viento configura
Cada voz en las alfombras de la luna
Derrite el peso de una orilla ensortijada
Y al desierto de estertores
La mafia de la tierra lo saluda
Las cortezas en los dedos
Una danza de membranas en los vellos
Anestesia de sábana nocturna
En las zarzas una rosa se desnuda
En el parque la nostalgia espina
A mi cuerpo la sombra debilita
Rasguño de neblina entre mis hombros
El estigma de la calma lo marchta.