miércoles, 8 de agosto de 2012

Huecos





Marchita no me miras cuando tus dedos huelo
y los pongo a fusionar sus costuras con mi boca
solemnes, como cuentas de clavel viniendo a sol
creo que caminan en mi orilla cuando ronco
en los cables se siente hervir la noche
burbujear el aire
pellizcar uñas desesperadas
cuando la gelatina del insomnio aprieta el pecho
nuestra mariposa tiene notas tristes
y tejidos de una lágrima en la banqueta
en la espera de un ocaso cursi
el tiempo se ondula en el encaje gris
y en el rosa de tu casa de muñecas
quebrada, tocada por dedos de ceniza
hoy mi astilla tiene nombre
se llama asunción, coladera de colores
el eco sombra al morir de un arcoiris

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